"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."

Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry




viernes, 14 de enero de 2011

Soy una señora mayor

Ya he explicado varias veces que hay muchos momentos cruciales en mi vida como los habrá en las vidas de otras tantas personas humanas que pueblan la Tierra, y son estos momentos los que me hacen replantearme la clase de persona que soy, la que pretendo ser y la que muestro al mundo que soy. Es complicado, lo sé, pero en mi cabeza es el pan nuestro de cada día.

Iré al grano: ayer le estaba abrochando el abrigo a un niño en el pasillo y cuando entró en clase y su profe le preguntó que quién le había abrochado los botones, se giró hacia mí y con todo su morro infantil me señaló y dijo:

- Esa señora mayor.

Me dolió en lo más profundo de mi ser. Vale que sólo tenía 3 años, y que las edades no las controla muy bien, pero joder, podría haber dicho "ella", o "esa chica", o señalar simplemente, que cuando quieren bien que no saben hablar del todo. Pero no. Dijo lo que dijo y se le llenó la boca. Me dejó seca para el resto del día.

Sólo ha habido un momento tan lamentable como ese en mi vida desde que esta transcurre codo con codo con la infancia. Ocurrió hace dos años, estaba yo de viaje en la playa con un grupo de madres e hij@s cuando se me acercó una niña que yo conocía de otros años.
Me dio un abrazo y al soltarse me miró fijamente, me puso la mano en el estómago y me dijo:

- Oye, ¿dentro de cuántos meses vas a tener el bebé?

Yo le contesté:

- Amiga, por ahora no voy a tener ningún bebé.

Y ella me dijo con cara de sorpresa:

- ¡Pero tienes tripa! ¿Por qué si estás embarazada no vas a tener ningún bebé?


Y tú dime a mí qué cara pones. Pobrecilla, en el fondo no sabe que ya le tocará tener un síndrome premenstrual, y ya le tocará retener líquidos, y le llegará ese momento en que cuando se coma un donut note como va directico directico de la boca al culo sin pasar por el estómago.

Criaturita...

Es lo que tiene trabajar con niñ@s: un día te conviertes en princesa, otro en duende, otro en hada y otro en señora mayor.

Facebook tiene razón: llegará el día en que tod@s seamos señoras...





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