"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."

Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry




lunes, 4 de enero de 2016

A lo mejor te borro de Facebook (carta a algunos de mis contactos en las redes sociales).

Mi pobre blog.

Mi pobre, pobrecito rincón. Mi espacio dorado. Mi vía de escape. Abandonado, ignorado, dejado de lado por la vida. Qué mala madre, qué mala amiga, qué mala todo de estos Cuentos Chinos, llevada por la pescadilla que se muerde la cola: no te apetece escribir, te pones, se te ocurre algo mejor que hacer, lo dejas, lo quieres retomar y entonces no te apetece, y el resultado es año y pico sin publicar nada. Da igual, me perdono y santas pascuas.

Me da por escribir pensando en mantener contacto con todo el mundo, porque voy a hacer una limpia de las redes sociales y ya no van a saber de mí. Una criba, un roto. Vamos, que es posible que a tí, que me lees, te vaya a eliminar de alguna red social, si es que compartimos ese espacio. ¿Que por qué?

Fácil.

Porque me jodéis el tè de por las mañanas, la espera del bus, el cigarro de después de comer y la vigilancia del fuego mientras se hace la cena. Esos son los momentos en que me pongo al día de las redes sociales.

Resulta que tú opinas que los toros son cultura y tradición, que los inmigrantes no son dignos del suelo que pisan, que el feminismo es una idea de amargadas y frustradas mujeres que odian a los hombres y apoyas la pena de muerte. Crees firmemente que los funcionarios merecemos los recortes a los que nos someten porque para eso elegimos ser funcionarios y vivir mejor que nadie, apoyas los circos con animales y piensas que las personas sometidas a deshaucios se tenían que haber leído la letra pequeña. Es que piensas que Albert Rivera es de centro, joder. Es que Bertín Osborne te hace gracia.

Que yo no te juzgo, ojo, que no te quiero menos ni pienso que seas peor persona. Que te voy a seguir comprando lo que sea que bebas para cuando vengas a mi casa, y que si te casas voy a ir a tu boda, seguramente hasta peinada de peluquería.

Pero que no, que no me vuelves a sacar un tic en el ojo a base de publicaciones sin repercusiones para tí, sin necesidad de ver la luz para mí. Que no nos vamos a cargar una amistad (o sí, ya veremos) porque tú no hayas viajado en tu vida y lo más cercano a una persona extranjera que tienes sea el chino de la tienda de debajo de tu casa. Que no vamos a despedirnos para siempre porque defiendas la tortura o la muerte de un ser vivo. Que no vamos a romper esta relación de años porque te haga gracia que te cuenten chistes de mujeres que limpian y friegan y son histèricas y les sale fuego de los ojos cuando tienen la regla.

Simplemente no quiero verlo. No quiero tener que decirte que no entiendo que vivamos en el mismo Universo y veamos las cosas de forma tan diferente, que muchas de las ideas que compartes me repugnan y que, si nos conociésemos así, por las redes, no nos estaríamos leyendo ahora.

Por esa razón, no te lo tomes como algo personal. Este es un espacio libre puedes opinar y decir lo que quieras. Úsalo y siéntete bienvenido o bienvenida siempre.

Sólo te pido una cosa: no te metas con Manuela, coño. Eso sí que no hay por dónde cogerlo.

Hola de nuevo. Estoy aquí.

(Puede que en tu Facebook no).

3 comentarios:

  1. Muy bien dicho! Yo debería hacer lo mismo, gentuza!
    Me alegra que vuelvan los Cuentos Chinos, pásate por mi blog que volví hace unos días, con pena, pero ahí quedó.
    TLY+L

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  2. Creo entonces que a mi no me borras! Que susto! Te han faltado los de las faltas de ortografía, jaja
    Viva Manuela y viva este blog!

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