"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."

Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry




sábado, 23 de octubre de 2010

De bienvenidas y reencuentros

¡Buenas tardes!

Empiezo esta entrada así porque una de las cosas que más me gustan de la vida son los saludos, ese "¡Buenos días!" o ¡Buenas noches, que descanses!" que te lanzan desde el otro lado del pasillo o cuando descuelgas el teléfono.

Antes de hablar de mí (que es uno de los objetivos de estar escribiendo aquí y ahora), quiero darte la bienvenida, a tí que me lees, y también a tí, que no sabes que existo pero que estás en tu casa, o en el trabajo o en un atasco y te encantaría estar acompañad@. Bienvenid@ al mundo de quienes sentimos como tú.

El título de esta entrada no es casual, porque es el título con el que he comenzado mis últimos 4 blogs, y es que este no es el primero, he tenido nada más (y nada menos) que otros 5, y todos ellos compartidos con gente. Gracias al primero, conseguí publicar una entrada en un periódico, gracias al segundo, encontré mi primer curro, gracias al tercero gané una gran amiga, gracias al cuarto aprobé una asignatura de la carrera que se me llevaba atascando dos años.

Y ahora, con el quinto, quiero ganarme a mí.

Porque llega un momento en la vida en que una quiere iniciar un camino personal, construir, fluir, vivir, sin necesidad de nadie que lo apruebe, ni lo apoye, sólo queriendo gente que comparta. Los monopolios nunca me han gustado.

Respecto a mí diré que soy una chica del montón, con mis cosas buenas, que las tengo, pero del montón. No estoy tremendamente buena, ni soy el cerebrito de la clase, ni juego al fútbol como una estrella (entre otras cosas porque odio el fútbol, que es algo de lo que ya hablaré).

Sin embargo, no me importa, y cuando digo esto lo digo de verdad. No me importa porque soy una adicta a disfrutar de la vida, aunque ahora no esté en mi mejor momento.

Estoy rodeada de gente maravillosa (cada vez más) y soy feliz con un libro que me emocione, una película de sobremesa, un helado de chocolate o una partida de mus. No necesito el mejor trabajo, ni la mejor casa, ni el mejor coche (aunque yo creo que los tengo), sólo vivir.

Lo único que me falta para poder ser plenamente feliz, es un espacio en el que expresarme tranquilamente, sin miedo, sin temor a quién lo leerá, quién lo verá, qué opinarán. Es mi terapia personal y estoy decidida a seguirla.

Ahora ya me conoces un poco más, y te lo confieso: este blog surge de la imposibilidad de pagarme un terapeuta que me escuche. O para usarlo cuando pueda pagármelo. Ni más ni menos.

Hasta entonces, estoy deseando contar algún cuento chino...

¿Me cuentas tú uno?

2 comentarios:

  1. Hola Paula! Como ves, me decido ir al inicio de todo e ir descubriendo algun otro cuento chino para una profe más, q como tú disfruta de las pequeñas cosas qle ha brindado la vida y de las q se siente muy afortunada. Me encantara ponerme al día pronto, sólo necesito unos cuantos días pa recuperar estos tres años que llevas escribiendo!!!!
    Por cierto, soy Rous, esa amiga de Olga que coincidió contigo, unos 14 años en el colegio, y mas directamente en la sesión de quimio de SuperOlgui o mas conocida actualmente como Pelonchi.
    Un beso fuerte y prometo seguirte leyendo cual groupie!

    ResponderEliminar
  2. Rous, ¡me encanta la idea! Mi casa es tu casa, siéntete libre de aportar lo que quieras.

    ¡Que no pasen otros 14 años para que volvamos a coincidir!

    Besos, abrazos y suerte para el curso que empieza... ¡hoy!

    ResponderEliminar

¡¡Gracias por dejar tu comentario!!