Cometas en el cielo es una novela de Khaled Hosseini que me leí este verano después de varios intentos frustrados de terminarla. La historia es bastante dramática y tierna a la vez, de esas que te dejan un saborcillo agridulce, como casi todas las historias intensas en la vida.
Hoy ha sido un día guay, porque ha habido otras cometas en el cielo en un domingo que como todos los domingos se presentaba lleno de hastío y películas de sobremesa.
Hemos estado en una "Cometada", una concentración que había en el Ensanche para protestar por la incineradora de Valdemingómez. En este afán de positivizar todo que me persigue podría decir que más que protestar, lo que se hacía era reivindicar un aire más limpio, que al abrir la ventana lxs vecinxs no tengan que oler toda la basura de los demás.
Me animé a ir a la iniciativa porque me parecía preciosa (el motivo era muy importante, pero una no se concentra así porque sí un domingo lleno de hastío y bla bla bla) y porque lo de volar cometas te motiva desde el momento en que ves al típico buenorro playero haciendo malabares en la orilla. Nunca se sabe qué puertas te va a abrir saber hacer y volar una cometa.
Así que allá que me he ido con las tres Marías, a hacernos nuestra cometa y posteriormente a observar con frustración cómo lxs niñxs volaban sus cometas como si fuese tan fácil mientras a lxs mayorxs nos costaba un triunfo mantenerlas en el aire.
Y después una comida improvisada, una buena compañía, alguna reflexión, muchas risas... En fin, lanzar otro tipo de cometas al cielo.
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