"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."

Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry




lunes, 25 de octubre de 2010

El viaje de los tambores


Ayer estuve a punto de reactualizar para hacer constar que el domingo puede ser un día maravilloso.

La mañana en sí fue bastante guay, con mi "cometada" de la que hablé y colgué foto, pero si la mañana fue grande, la tarde no dejó lugar a dudas de los grandes momentos que nos brinda la vida.

Justo cuando terminé de actualizar me metí en la cama, no exactamente a dormir pero sí a reposar un rato y a maravillarme viendo la tele sin sonido, que es uno de mis pasatiempos favoritos para coger el sueño. Me fui quedando medio dormida y cuando (¡por fin!) caí en los brazos de Morfeo (adoro esta expresión) sonó el teléfono.

Hago un parón para reflexionar acerca de lo mal que me sienta que me despierten de la siesta a golpe de telefonazo, sobre todo si necesitaba descansar un rato.

Como seguía sonando y sonando pensé que quién soy yo para no interpretar las señales que me manda la vida, y lo cogí para encontrar al otro lado a mi amiga Norit, (del barrio de toda la vida de dios, ya hablaré de ella) proponiéndome "ir al teatro". Cabe destacar que cuando ella dice "ir al teatro" implica que quiere textualmente "ir a un teatro", pero que no tiene una idea clara de a cuál ir ni qué obra ver. Así que manos a la obra, me puse a buscar la obra más barata que había en cartelera (la palabra "paro" me asola días y noches sin parar) y encontré una que era barata, estaba bien valorada y en el centro. Un 10 para este plan improvisado.

El resto de la historia, un final feliz. La obra nos enamoró al minuto uno, un cuento (no chino, más bien polaco) contado con acordeones, djembés y guitarras, voces llenas de amor, un humor maravilloso, de esos gags con los que te ríes sin parar con risa tonta durante horas.

Las melodías, la voz del acordeonista (me enamoró al minuto uno), las expresiones faciales, la historia, sus caras, nuestras caras... la vida a veces te brinda momentos maravillosos.
Luego una cena, un par de confesiones, recuerdos, momentos...

Estoy deseando que me cuenten otro cuento. Pero de los polacos, por favor.

1 comentario:

  1. GRACIAS!!! http://lostambores.wordpress.com Estamos de nuevo en Madrid 3 fechas!!!

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