"Qué distinto parece el mundo al girar
si sonríes, sentado en cualquier bar
conversando sobre la eternidad..."
Esta frase no es mía, es de una canción de La Oreja de Van Gogh, grupo que no forma parte de mi cabecera ni por asomo. Pero un día suena esta canción en la radio y esta frase se queda grabada en mi memoria porque resume una de las situaciones más comunes en mi vida: las conversaciones eternas en los bares.
Adoro los bares. Tengo la inmensa suerte de haber nacido en un país donde, según el último estudio que data de 2008, hay un bar por cada 461 habitantes (de media), así que no es extraño que gran parte de mi vida haya transcurrido entre la calle (cuando era más pequeña y no entraba todavía en muchos bares si no era con mis padres) y en este tipo de establecimientos, entre cañas, tapas, raciones y refrescos.
El título de este post, "Fomentar las relaciones interpersonales en los bares", es el nombre de un grupo que creé en Facebook y que hace referencia a una manera de relacionarse que me apasiona, y que es objeto de estudios de todo tipo por aquellas personas que estudiaron derecho o medicina en lugar de psicología y aprovechan cualquier descuido para psicoanalizarnos.
De los bares me encantan, para empezar los mismos establecimientos en sí, su decoración: el clásico escudo de equipo de fútbol esculpido en un espejo, las fotos del Madrid antiguo (o de la ciudad que sea), el cuadro lleno de nudos marineros (aunque allí nadie sepa lo que es un barco), la foto del dueño/a con un famoso/a...
La relación de la gente que va habitualmente al mismo bar también me encanta: sentir que estás en familia, pedir lo mismo de siempre, discutir entre risas acerca de algo que ha dicho el político de turno en la tele, comentar cualquier noticia como si supiésemos de todo, celebrar los buenos momentos, acompañarse en los malos, apreciar lo guapa que está Fulanita porque ha ido a la peluquería o lo joven que se ve Menganito después de afeitarse el bigote.
El camarero que refunfuña acerca de la clientela, que dejan poca propina, que son muy exquisitos, pero luego les pone las mejores tapas, les invita a una ronda cuando gana su equipo y escucha todas sus penas.
Los clientes, que se quejan a diario del camarero, de que pone pocos aperitivos, de que jamás se invita a la última caña, pero que hacen gasto todos los días en el bar porque al hombre le cuesta llegar a fin de mes.
En cuanto a los momentos de bar, me encantan esos ratos en que parece que el mundo se para, en que lloras las penas o celebras las alegrías, esos instantes en que te sinceras con alguien, o te cuentan un chiste que hace reír a toda la familia y que contagian las risas al resto del bar, que se arranca y comienza una ronda sin fin.
Los bares son esos espacios en los que te sientes como en casa y compartes tantos momentos con tanta gente que nunca dejarás pasar un domingo sin el aperitivo, sin una partida de mus o de dardos, porque no hay lugar como el bar.
Siempre he pensado que, si algún día tengo un bar, colgaré en la pared una gran canción de Reincidentes, "El bar", que dejo aquí colgada y que resume lo que para mí significan estos espacios.
Nos vemos en los bares...
EL BAR
Cuál es el sitio donde vamos
a dejar pasar el tiempo
Tras una barra o en un velador
Solo, con alguien, o al mogollon
Los hay por todas las esquinas,
Cuanto menos en mi tierra
¿que alegria y que calidad!
No hay riqueza, pero hay bienestar.
Vamos alli a confesar, al psiquiatra o a apagar
Simplemente nuestra sed
Sitio para conversar, escuela de música...
Que nos vemos en el bar,
en el bar.
Ideal para reuniones, y para celebraciones
Tambien residencia habitual
Del que huye de la realidad
Como no podia ser menos,
sirve para ver la tele,
Salón de juegos y de cánticos
Y bailes de toda índole.
Se utiliza pa ligar,
hay quien puede hasta estudiar
Y es fuente de inspiración.
Es refugio y expansion
de insultos y devoción
Que nos vemos en el bar,
en el bar...
Apuestas, planes y negocios,
Descubrimientos de uno mismo
Conciliábulo político,
hemeroteca y foro cultural
Sirve para conocer, evitar la soledad
Y la incomunicación.
Tratamiento pal estrés,
entrenamiento del gourmet
Que nos vemos en el bar,
en el bar...
Y dime tu lo que no has hecho
En el baño de un jodido bar
Todo esto nos da derecho
A siempre reivindicar... El bar.
Dime tu lo que no has hecho
Todo esto nos da derecho
Mientras duerme mi ciudad...
[ comer ]
"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."
Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry
Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry
domingo, 12 de diciembre de 2010
Fomentar las relaciones interpersonales en los bares
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