"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."

Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry




jueves, 9 de diciembre de 2010

La mala educación

Parafraseo a Almodóvar por no parafrasear a Jesucristo por boca de San Mateo, que decía que «Con la medida con que tratéis a los demás, seréis tratados vosotros» (Mt 7, 2).

No es que sea yo una acólita de la Biblia, ojo, pero resulta que en una sociedad en la que más del 70% de sus habitantes se declaran católic@s (aunque no practicantes, ojo, que ir a Misa los domingos por la mañana te descabala la fiesta del sábado anterior) no entiendo por qué la gente se queda con los mensajes más chungos de la religión y obvia otros con los que yo, que integro el 30% restante, estoy tan de acuerdo, no por bíblicos, sino por ciertos. Ay, que bonito sería el mundo si fuese como yo me lo imagino.

Estoy mucho con esta reflexión, creo firmemente en que la vida nos devuelve lo que emitimos, y pese a que no practico el "ojo por ojo, diente por diente" (entre otras cosas porque no me sale), confío en que sean las circunstancias, o las energías o lo que cojones sea quien ponga a cada quien en su sitio.

Hay muchas cosas que me mosquean en la vida, pero una de ellas es la mala educación. No soporto a la gente que no saluda, a quienes roban el sitio en el metro haciéndose l@s loc@s (aquí hay gente con la técnica súper depurada, silban lo que sepan, se hacen l@s dormid@s, se ponen los cascos y como quien no quiere la cosa hacen ventosa con el asiento y ahí se maten personas mayores, embarazadas y personas con muletas), a quienes te putean a posta en la carretera no dejándote incorporarte, a las personas que te hablan de manera grosera sin venir a cuento (aquí tienen un máster algunos conductores de autobús y camareros), a quienes hablan por teléfono a voces en los hospitales... en definitiva, me mosquea la falta de consideración.

Es completamente cierto que "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio" (hoy estoy con las frasecitas), y esa me parece una de las peores faltas de respeto del mundo.
Hoy he sentido en mis carnes humanas la sensación de que la gente te ignore, te omitan, se levanten de la mesa cuando llegas.

Sé que no lo hacen por mí, sino por lo que represento, y me digo a mí misma que en cuanto me conozcan un poco la cosa cambiará, pero no puedo con su mala educación, sus desplantes, mi condena (impuesta por ell@s) al ostracismo.

Hoy es de esos días en los que no hay más que pensar...

"BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS, PORQUE ELLOS ALCANZARAN
MISERICORDIA
"







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