"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."

Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry




viernes, 7 de enero de 2011

Fuerza

Parecía un presagio, y de hecho lo fue, el post que escribí anoche a estas horas acerca de pintarse la cara. Me explico.

Esta mañana me ha levantado mi madre a las 10.30 de la mañana, porque ella es así, como las madres del mundo. Supongo que cuando vas a la Escuela de Madres te enseñan, entre otras cosas, que la hora a la que tú amanezcas es perfectamente adecuada para que pongas en pie al resto de la familia, ya sean las 9 o las 12, ya sea en persona o por teléfono, ya haga frío o calor, da igual. Tú te levantas y automáticamente tocas la trompeta y que se prepare el que tenga sueño, porque se aguanta.

Total, que a esas horas intempestivas para una persona que está de vacaciones, me ha dado la luz y al grito de "¡¡HAN VENIDO LOS REYEEEEES!!" me ha puesto en pie cuando yo no sabía ni qué día era ni a qué Reyes se refería.

Cuando he recuperado un poco la consciencia me he ido a la puerta del salón, porque así somos en mi familia. Cada año nos venimos a dormir aquí y cuando nos levantamos nos ponemos en la puerta del salón y entramos todos a la vez para lanzarnos sin compasión a los paquetes envueltos. Qué le vamos a hacer, nos gusta la conciliación familiar en estos momentos tradicionales.

En esas estábamos, abriendo la puerta, cuando he vislumbrado, al fondo del salón, un paquete muy grande con un cartel en el que ponía "Fuerza" y una nota con mi nombre. Al minuto he visto a mi madre llorar a lágrima viva y a mi padre mirarme con sonrisilla de padre emocionado, y todo ésto cuando yo estaba saliendo todavía de la fase REM del sueño que tenía.

He ido hacia el paquete, sin entender mucho, y he quitado despacio el papel que lo envolvía. Cuando lo he abierto no me lo podía creer: un retrato moderno de mí misma. Tendré que ir hacia atrás en el tiempo para explicar lo que esto significa.

Resulta que, cuando mi padre se jubiló, tardamos 15 segundos en decidir que o se dedicaba a canalizar su energía de alguna manera, o aquello podía acabar en tragedia de las que salen en España Directo a las 7 de la tarde. Cuando un padre o una madre se jubila, la familia sufre ligeramente, porque pasas de verle un rato al día a buscar un rato en el que no esté presente, ya sea en casa o fuera, con familia o sin familia, con tiempo o sin tiempo. Son como pequeños entes que vagan por la casa redescubriendo espacios y sin saber bien qué hacer, y claro, se dedica a meterse en todo lo que tú haces, a corregirte, en definitiva, a tocarte las narices hasta que te dan ganas de cometer un crimen con premeditación y alevosía contra tu propio progenitor/a.

Él había sido siempre muy mañoso dibujando, pero no pasaba de las caricaturas en las servilletas de los bares cuando salíamos por ahí. Cuando se jubiló y la familia entro en crisis decidió dar rienda suela a su creatividad y apuntarse a un estudio para pintar.

Desde ese día, la casa es como la trastienda del Prado. Decenas de bodegones, naturalezas muertas y paisajes se amontonan por todas partes como si de obras maestras se trataran. No hay paredes para tanto cuadro, pero no importa, porque aunque sean lienzos, él dice que son ensayos y como nosotras no tenemos ni idea, le creemos y le secundamos alegremente, porque una cosa es que adoremos su afición por la pintura, y otra muy diferente es tener la casa plagada de bodegones de manzanas.

Llevamos tiempo dándole la chapa con que en sus cuadros sólo hay vegetales y algún animal solitario, pero él nos explica que todavía no ha llegado a la fase de pintar personas, porque eso es muy complicado. La fase retrato es algo que, al menos en su estudio, sólo hacen los profes. Cuando puedes pintar un buen retrato se considera que no te hace falta seguir acercándote a clases a aprender, sino sólo a perfeccionarte.

Resulta que el hombre ha estado meses llendo a clases dobles e incluso triples para que le ayudaran a pintarme un retrato. Cuando digo que me lo ha pintado en plan moderno quiero decir que está hecho en tonos negros, rojos y plateados, y no puedo describir lo espectacular que es, no sólo técnicamente, sino cómo ha captado todo lo que yo soy y lo que yo emito a l@s demás.

Lo ha titulado "Fuerza" porque dice que eso es lo que yo represento para él, lo que yo soy ante las dificultades, "lo flamenca que te pones" me ha dicho.

Mi madre lloraba a lágrima viva emocionada y yo me pregunto si es que éste año he sido más buena que nunca para que los Reyes hayan dejado tanto amor en mi casa.


Parece ser que así es...



PD: Lo suyo sería colgar una foto del retrato, pero no cuelgo fotos personales aquí, así que sintiéndolo mucho, dejo que vuestra imaginación vuele...

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