Debo confesar (y de hecho confieso) que estoy en esa clásica etapa en la que me siento inevitablemente sola.
En seguida se me echarán encima las voces y los brazos de tod@s l@s que me queréis para hacerme ver que sois muchas personas las que estáis a mi alrededor, y yo podría agarrarme a la clásica frase de "se puede estar sola aunque se esté rodeada de mucha gente", pero entonces todo ésto caería en el melodramatismo típico de las películas de sobremesa de domingo de Antena 3, y mire usted, no hay necesidad.
Estoy en esa etapa porque estoy pasando por ese momento en el que miras con asombro tu vida y la gente que está en ella y de repente te sientes como Truman (de "El show de Truman"), deseando que haya una persona desconocida detrás de todo que justifique en qué momento decidiste tú que esta persona o esta otra, o ese curro o aquel grupo entrasen en tu vida.
Ayer estaba yo hundida en la miseria (lo que se traduce en que me volví pronto a casa, me arrellané en la cama y me vi Pretty Woman de principio a fin con un par de tabletas de chocolate) pensando en qué he hecho yo para merecer según qué cosas, cuando dieron las 12.00 de la noche. Eso quería decir que oficialmente comenzaba el día del trigésimo segundo cumpleaños de mi adorada M., así que cogí el móvil para felicitarla:
Yo.- ¡¡¡FELICIDADEEEEEEEEEES!!!
M.- ¡Amiga, gracias! ¿Qué tal ha ido tu día?
Yo.- Pues horrible, otra vez estoy rayada con el mismo tema. (Nota: "Elmismotema" es lo que estoy contando, el hecho de que de repente la gente que me rodea se ha convertido en una completa desconocida que no entiendo cómo vino a parar a mi vida).
M.- Mira tía, no puedes hundirte porque esta persona o esta otra salga de tu vida o haya elegido otro camino. No se está sola por una persona que sale, sino acompañada por otras muchas que se quedan.
No se tiene poco por lo que no se tiene, sino mucho por lo que sí se tiene.
Y me dejó planchada. Hasta Julia Roberts parecía tener un poco más de clase, y eso que ya estábamos al final de la peli y había llegado a la cúspide de su evolución física. (Nota2: Luego hubo más conversación con mi amiga, que como he cortado por la mitad parece que me invadió un halo de emoción y colgué el teléfono; en realidad tuvimos otra media hora de conversación, pero no voy a transcribirla entera porque fue larga y llena de códigos entre amigas que aburrirían a cualquiera que no estuviese en nuestro círculo particular).
Así que me dio por pensarlo, y mi amiga M., que es sabia cuando quiere, tiene toda la razón.
A mi lado hay mucha gente que elegí y que es genial, que está cada día cerca. En mi vida ha habido muchos curros que me han enseñado mucho y me han hecho ser (y no ser) lo que ahora soy (y no soy).
No estoy acostumbrada a caer mal, no sé por qué. No soy un paradigma del amor ni de la bondad (aunque intento estar por ahí cerca), no soy una gran persona, ni la mejor profesional, ni la tía más guapa del planeta Tierra (aquí mi abuela discreparía, pero la posibilidad de que acceda a este lugar es tan factible como la de que Esperanza Aguirre acampe en Sol), pero supongo que tengo algo que si bien no me hace el centro del Universo, me hace conectar con la mayoría de la gente, o al menos con la gente con la que me interesa conectar.
Como no estoy acostumbrada a caer mal, me defiendo fatal cuando eso ocurre y dicha gente me ataca (por norma general hablando a mi espalda, lo de ser valiente en estos casos siempre ha estado demodé), así que tiendo a cuestionarme por qué dejé que esa gente entrase en mi vida, cómo no lo ví antes. Supongo que es la pescadilla que se muerde la cola, como la gente sale de mi vida entra otra nueva, y cuando esa gente me decepciona sale y busco a otra gente y así sucesivamente. Es como cuando me quito las lentillas e intento buscar las gafas, que me pego dos horas dando vueltas para intentar encontrarlas y ver algo, pero como no veo un pijo no las encuentro. Los bucles como se puede comprobar están a la orden del día en mi existencia.
Menos mal que aún me quedan momentos como los de hoy. Corrigiendo un examen de una de las chavalas a las que doy clase, estas han sido algunas de las respuestas:
¿Cuándo empezó y terminó la II Guerra Mundial? Ambas en el siglo XX (sin arriesgar, a lo seguro)
¿Quién reinó en España después de Fernando VII? Su descendiente inmediato/a (sí, ha puesto ambos géneros)
¿Quién gobernó tras la I República española? El PP (?¿¿¿¿¿¿¿¿???)
¿Qué diferencia hay entre un país desarrollado y uno subdesarrollado? Como su nombre indica, el país desarrollado está sólo desarrollado y el subdesarrollado está más subdesarrollado (lógica aplastante)
Define "república": Sistema de gobierno sin gobierno alguno (no te lo pierdas)
¿Cómo acabó la II República española? Mal (jajajajajajaja)
Define "guerra civil": españoles contra españoles, por ejemplo, gente de Moratalaz contra gente de Cercedilla (por ejemplo)
Nombra algunos de los derechos que se abolieron durante la dictadura franquista: Por culpa de Franco, el padre de Juan Carlos I dejó de hablar a su hijo (aquí no iba del todo desencaminada)
Define "clase media" y "clase trabajadora": Clase trabajadora: pocos euros. Clase media: cantidad media de euros.(así, a grandes rasgos)
Y yo venga a preguntarme por qué mi vida toma estos cauces cuando la juventud del mundo no sabe ni quién es, ni de donde viene ni a dónde va.
A decir verdad, son estas GRANDES respuestas las que hacen algo más pequeñas mis preguntas y me ayudan a descubrir que, al final, por mucho que pidas consejo, por mucho que te expliquen, por mucho que los libros de historia te "enseñen", las verdaderas claves para entender el mundo están dentro de cada un@.
Al final va a ser que aprendo mucho más de lo que enseño.
"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."
Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry
Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry
Pues a mi Paulita no me gustaría que salieras de mi vida porque me encanta formar parte de la tuya.....guapa!!!
ResponderEliminarMe encanta tu blog... lo he encontrado hoy por casualidad y sabes? yo me siento un poco tú... No unicamente en ésta última entrada que acabas de publicar sino también en muchas otras que me tienes enganchada leyendo. Me gusta como te expresas, como transmites emoción en tus palabras... en definitiva, como has conseguido anonimamente hacer que escriba (como jamás he hecho) para felicitarte, animarte y darte mi enhorabuena por tu labor. Gracias por compartir tus experiencias y pensamientos... son preciosos!
ResponderEliminarQuerida Anónima:
ResponderEliminarMi espacio es tu espacio, siéntete libre de interactuar en él como quieras. No me des las gracias por que te hayas atrevido a escribir (cosa que agradezco profundamente), dátelas tú misma por haber logrado algo que no habías conseguido hasta ahora. Te felicito (y mucho).
Te invito a que sigas viniendo a verme y a que me sigas sacando sonrisas como la de ahora. Gracias.
Moni, te adoro por estos pequeños detalles (y por otros muchos).
Mil gracias a las dos, y mil besos a repartir.