"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."

Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry




viernes, 8 de julio de 2011

Los padres y madres de hoy en día

Llevo tiempo sin escribir, pero no son falta de ganas ni apatía, es falta de tiempo.

Bueno, vale, también hay un poco de apatía derivada de estas temperaturas africanas, para qué mentir. Pero es que se está tan bien al fresco...

En estas semanas han pasado muchas cosas que ya tendré tiempo de contar en sucesivos posts, seguro. Hay un largo verano por delante para sentarse delante del ordenador a desgranar ideas y vivencias, pero todavía no tengo vacaciones, así que aún no ha empezado el verano para mí. Yo, que estudié Magisterio entre otras cosas por las amplias vacaciones, ahora trabajo en el mes de julio. Una desgracia como otra cualquiera.

Hoy estaba en el despacho volviéndome loca con el presupuesto del material del año que viene cuando M. ha traído a un pequeño de unos 4 años que está en el campamento (sí, tenemos campamento tooooodo el mes de julio):

- Mira a ver si le puedes poner el termómetro, que para mí que tiene fiebre.

No es que el niño estuviese templado, es que irradiaba un calor que se me estaban quemando las pestañas. Los ojos vidriosos, las ojeras marcadas y la mirada perdida hacían ver que el niño estaba lo suficientemente enfermo como para mandarle a casa por la vía rápida.

El termómetro sólo ha confirmado lo que ya sabíamos: 39º, y seguía subiendo.

- Quédate aquí un poquito, tranquilo que voy a llamar a mamá.

El niño me ha mirado lánguido cual oveja como diciendo: "haz lo que quieras pero que ésto termine rápido".

He buscado los datos de la familia, y he empezado por llamar al fijo de su casa. No lo cogían.

He llamado al móvil de su padre. Apagado.

He llamado al móvil de su madre. Comunicando.

Segunda ronda de llamadas, a ver, qué vamos a hacer.

Fijo de casa. Un tono. Dos tonos. Tres tonos. Cuatro ton... contestador.

Móvil de su padre. El teléfono móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura.

Móvil de su madre. Un tono. Dos tonos. Tres tonos. Mi dedo a punto de pulsar el botón de colgar...

-¿Sí?

- Hola, buenas tardes, ¿Gema? (nombre ficticio, no sea que la liemos).

- Sí soy yo.

- Hola Gema, le llamo desde el cole de A., que está enfermo.

- ¿Cómo de enfermo?

- ¿Perdón?

- Sí, que cómo de enfermo está.

- Ah... pues mire, tiene bastante fiebre, concretamente 39º, está tiritando y tiene muy mala carita.

- La verdad es que lleva toda la noche vomitando, con fiebre y tiritando ahora que lo dices (¿?¿??¿?¿¿?).

- Ah, y entonces ¿cómo es que le trae al colegio?

- Mujer, porque tengo muchas cosas que hacer, total, pensé que habría tragado agua de la piscina y por eso estaba revuelto.Ya sabes, hay tanta cosa ahora por las piscinas...


Hago aquí un paréntesis para dejar clara mi estupefacción. Me gustaría saber varias cosas:

- 1ª cosa que quiero saber: ¿Cómo caminará esta señora? Lo digo porque tiene un par de ovarios que igual no se lo permiten...
- 2ª cosa que quiero saber: ¿Por qué las familias nos toman por imbéciles? ¿De verdad pensará que me voy a creer que ella manda al crío a clase pensando que ha tragado agua? ¿Qué pensará que lleva el agua de la piscina? ¿Bromuro?
- 3ª cosa que quiero saber: En el caso de que la mujer crea realmente que su hijo está convulsionando en el cole por haber tragado agua en la piscina, pese a que con el flotador sea absolutamente imposible que introduzca la cabeza en el agua, ¿cuántas veces ha visto esta señora "Hospital Central"? (a mi juicio demasiadas).
- 4ª cosa que quiero saber: ¿Qué madre en su sano juicio manda al colegio a su hijo de 4 años con 39º de fiebre, vomitando y temblando, y se marcha a seguir con su vida con la satisfacción del deber cumplido?


Cerrando el paréntesis, continúo con la conversación:

- Pues no, no va a ser un tema del agua, lo que sí le digo es que el niño se encuentra fatal y que es mejor que vengan a buscarle y le lleven al médico y a casa por este orden.

- ¡¡¡UYUYUYUYUYUYUYYYYYY!!! Eso va a estar muy difícil... mira que tnego un montón de cosas que hacer, y no voy a molestar a la cuidadora para un rato. Yo creo que le sacáis al patio un rato y se le pasa.

- Mire, le voy a meter en la cama hasta que usted venga, pero si dentro de una hora no ha venido, le llevo yo al centro de salud y ya le recoge usted allí.

- Pues eso como tú veas, pero te dejo que me llaman por la otra línea. Ya si eso me llamáis.




Y ha colgado. Con un par. ¿No decía yo que esta mujer tenía unos ovarios como dos balones de fútbol?

Con esas he metido al pobre crío en una camita y le he dejado durmiendo, temblando de frío (con 40º a la sombra que hace) y del color del gotelé de la pared. Después me he venido a comer (ya eran las 16.00), y dentro de un rato llamaré a ver qué tal sigue la criatura. Con un poco de suerte, cuando a su madre le terminen de dar las mechas, llama a la cuidadora para que le vaya a buscar.




Me descojono cuando los padres y madres del mundo se quejan de l@s hij@s de hoy en día.




Y de los padres y madres de hoy en día, ¿quién se queja?






1 comentario:

  1. Los castigos no son buenos, un cachete (que no 7 guantazos) están mal vistos, un grito es un horror, pero...¿verdaderamente es por el bien del niño o por evitar tener que prestar atención al niño durante el momento de regañar, de castigar, de cuidar o de celebrar?
    Los niños son muy divertidos, muy monos, pero necesitan un grado de atención, cariño, disciplina y tiempo, sobre todo tiempo, muy alto que mucha gente no está dispuesta a pagar.
    Nunca dejarán de sorprenderme los padres 2.0.

    Besos

    PD: Yo no hubiera dejado al niño en el colegio, lo hubiera llevado al médico, hubiera llamado a uno, pero que esta señora se llevara el susto de su vida.

    Mas besos

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