"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."

Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry




sábado, 16 de julio de 2011

VACACIONES DE VERANO

Estoy emocionada, hoy empiezan las vacaciones de verano. Estoy tan tan emocionada, que al asomarme a la ventana para tender y mirar el tiempo, he creído divisar Ibiza. Y eso, desde un piso en Madrid, requiere de mucha, pero que mucha emoción.

En la vida hay muchos tipos de personas: está la gente que cena pavo en Nochebuena (en mi familia somos más de surtido de embutidos y chuletillas de cordero, bien de grasa para recibir al niño Jesús), está la gente que pone la sombrilla en la playa a las 5 de la mañana y se vuelve a subir a la cama (gente ansiosa como se puede comprobar), está la gente que pasa de probarse la ropa en las tiendas, se la lleva a casa y si no le vale la descambia (con lo divertido que es pasearse por los probadores buscando la aprobación de todo el público) y luego estamos las personas que terminamos el año en julio y lo empezamos en septiembre, haciendo del 31 de diciembre y el 1 de enero una mera costumbre social.

El año escolar, y por tanto vital para quienes trabajamos en la educación, empieza el 1 de septiembre y termina el 31 de junio (o de julio en su defecto, para quienes pringamos en este mes), y es en agosto cuando hacemos balance de lo bueno y lo malo y hacemos propósitos par el curso que viene: "Este año no me dejo las evaluaciones para el último momento", "Ahora sí que sí que voy a ir a tutoría por semana", "Los primeros días me ordeno todos los armarios de la clase pero de verdad", y así sucesivamente.


Atrás quedan sonrisas, lágrimas, caídas, alzadas, guarrerías incontables en el comedor, uniformes, mis compañeras hirientes, la tinta de limón en los mensajes secretos, el Niño Pateador, las mariquitas, mis deportivas de círculos de colores, los padres y madres malvad@s, la función de fin de curso, la Reina de Corazones, y tantas otras historias que no han visto la luz en este blog por respeto a sus protagonistas, que se pasan de cuando en cuando por aquí.

Y atrás queda el bautismo de este blog, que tantos momentos nos (y me) ha dado. El espacio en que todos estos cuentos chinos han venido a parar cuando no encontraban donde quedarse. El espacio en que los habéis recibido y acunado hasta que se dormían. Sois geniales.

Por delante hay muchas cosas: en septiembre empieza un curso que trae nuevas caras, nuevas historias (aquí Enid Blyton diría "nuevas aventuras y nuevos misterios para Los Cinco"), nuevas metas, mi vuelta a la Universidad, una nueva convocatoria de oposición, mi nuevo reto profesional, asumir la Coordinación en solitario (entre vosotr@s y yo, estoy un pelín asustada), uno de los tres pilares Morataleños que vuelve de Cracovia, otro que emigra a otro barrio, nuevas series de televisión que empiezan y que seguro que me harán un hueco en VillaMari/VillaDan, gente que está y permanece, gente que queda por ahí, por el camino, y gente que seguro aparecerá y traerá mil cosas que contar. Hay tantos nuevos propósitos que ni se me pasa por la cabeza intentar dejar de fumar.

Mañana me marcho a Ibiza con M., y luego con D., pero estoy aquí pronto para moverme por otras ciudades españolas. Las vacaciones se plantean previsibles pero abiertas a que ocurran muchas cosas, tantas como gente vaya y venga.

Por lo pronto voy a disfrutar, a descansar, a recargar las pilas. Y me llevo el ordenador para contarlo.


Beso al mar de vuestra parte.


Y a vosotr@s de la suya...




1 comentario:

  1. Yo te sigo esperando por estas tierras paradisíacas...a tí y a tu prima que me ha dado plantón por los yankis, no hay perdón! Pasa buenas vacaciones y hasta la vuelta!

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