"Pido perdón a los niños por haber dedicado este blog a personas mayores. (...) quiero dedicar este blog a los niños y niñas que estas personas han sido. Todas las personas mayores fueron primero niños (pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria."

Adaptación de la dedicatoria del libro "El Principito", de Antoine Saint-Exupéry




domingo, 12 de febrero de 2012

Motivar la motivación

He tenido una semana de emociones bastante intensas, algo bastante común en mí, por cierto, porque yo todo lo vivo al límite. Por casualidad se añade que me la he pasado casi íntegra con bebés de 15 meses, experiencia que por cierto os recomiendo si queréis daros un baño de besos, abrazos, babas, mocos y juguetes mordidos.Yo lo vivo con auténtico amor, a lo mejor vosotr@s no, pero al menos probad la experiencia. Emociones fuertes casi con seguridad.

En los momentos de crisis o de sacudidas fuertes, todos los seres humanos tendemos a buscar un anclaje: en tu niñez suele ser uno o varios objetos (el chupete, el osito, la manta, el calcetín, la lámpara con forma de gusano), en tu adolescencia puede versar entre ser una sustancia (de cualquier índole) o un objeto multimedia (preferentemente un móvil o un ordenador) y cuando llegas a esta etapa que se califica de edad adulta aunque abarque un espectro tan amplio de tiempo, sueles tirar de personas, de lugares, de situaciones.

Yo tengo por el mundo distribuídos diferentes lugares de los que ya he hablado algunas veces: el mar urbano, el sofá de M. y D, el hombro de mi amiga cabaretera, mi coche, El Parque, la clase de Cris, El Bar del cole, en fin, diversos espacios en los que sé que entro y me dejo la mitad del conflicto fuera. La otra mitad la suelo dejar en estos sitios, sin freno de mano y con la marcha puesta para que puedan rodar y rodar hasta perderse en la lejanía.

Quiso la casualidad que esta semana, al buscar asilo en estos lugares, algunos de esos lugares me buscaran a mí, y me encontré en días consecutivos sentada frente a dos personas diferentes, en dos lugares diferentes, con dos problemas diferentes y hablando de un mismo tema: la motivación.

La motivación es ese impulso que te hace levantarte cada mañana al son del toniquete hortera que emana del móvil(nota mental:¿quién cojones compone las melodías de un móvil, en serio? ¿qué tiene contra la Humanidad? ¿por qué no se salva ni una? Preguntas que jamás podremos responder...) y abrir los ojos y los brazos para recibir un nuevo día que te apetece vivir.

La motivación es la llave que abre la puerta de cada oficina, cada despacho, cada salita, cada consulta, cada clase de este mundo y nos brinda la oportunidad de ser, un día más, aquellas personas que queremos ser.

La motivación es la boca que fuerza una sonrisa cuando las cosas no salen. La motivación es el juguete que te ayuda a pasar un domingo con tus sobris aunque te mueras de sueño perdido la noche anterior.

La motivación es el brazo que te levanta del sofá cuando estás al borde del sopor pero has quedado. La motivación es la espada y el escudo con la que lidias cada día los conflictos de familia, de pareja, de trabajo.

La motivación es el café que te mantiene alerta para estudiar interminables tochos de apuntes. La motivación es la canción que hace que se te vayan los pies a la pista cuando estaban marchándose a casa.

La motivación es todo en esta vida, insisto. Para mí la motivación es el motor que mueve casi todo lo que hago, y si tuviese un frasco daría unas gotas a todo el mundo. Estoy segura de que con menos desazón y más motivación la crisis no sería tan crisis, las personas pelearían sin rendirse hasta ser felices, y para quienes manejan el cotarro no sería tan fácil mangonear a la masa, sencillamente. La falta de motivación aplatana.

Por eso, porque no puedo dar gotas de un frasco que no existe, intento transmitir a mis criaturas el afán por buscar una motivación. Puede ser entrar, salir, patinar, bailar, jugar al fútbol o ese vecino con el que te has cruzado varios días en el portal y que te mira cada vez con menos disimulo. Puedes vivir sin casi todo lo que tienes menos sin ganas de seguir viviendo.

Así que busquemos la motivación. Y si no la encontramos, generémosla. Al fin y al cabo, no hay nada más nuestro que lo que sale de nosotr@s mism@s.

Palabrita de maestra.



Pd: Están los tiempos fastidiados, y sé que much@s estáis de mudanzas, cambios de decoración e incluso de vida, y los bolsillos se estiran pero no tanto. Por eso, las alternativas son todas válidas, así que si me entero de alguna, os voy diciendo. Por lo pronto, siempre ha habido clases y clásicos, así que mientras nos caen cosillas del cielo, podéis echar un vistazo en http://www.tablondeanuncios.com/ y confiar en encontrar... ;)

1 comentario:

  1. www.nolotiro.org
    Muy interesante también...

    Amiga cabaretera

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